Como cuidar tu pañuelo de seda natural sin dañarlo

La seda natural es uno de los tejidos más nobles y delicados del mundo.
Su brillo, suavidad y caída la hacen única, pero también requiere un cuidado especial para conservar su belleza con el paso del tiempo.

En Ática trabajamos con sarga de seda 100 % natural, por eso hoy te comparto una guía simple para que tu pañuelo conserve su color, textura y elegancia durante años.

🌿 Lavado suave y sin frotar

Usá siempre agua fría o tibia (nunca caliente).
Agregá unas gotas de jabón neutro o shampoo para bebés.
Sumergí el pañuelo unos minutos y movelo suavemente con las manos.
No lo frotes ni lo retuerzas: eso puede dañar las fibras naturales de la seda.

🪞 Enjuague y secado al natural

Enjuagá con agua limpia hasta que no queden restos de jabón.
Quitá el exceso de agua presionando suavemente con una toalla.
Dejalo secar a la sombra, extendido sobre una superficie plana.
👉 Evitá la exposición directa al sol o el uso de secadora.

💫 Plancha con cuidado

Cuando esté seco, planchalo, a temperatura baja y con un paño de algodón encima.
Esto ayuda a mantener el brillo natural de la seda sin marcarla.

🌸 Guardalo correctamente

Doblá tu pañuelo sin apretarlo, dentro de su caja o en una bolsa de tela.
Evitá colgarlo por largos períodos o guardarlo en lugares húmedos.
Si querés conservar su aroma, podés colocar una bolsita con flores secas cerca.

💎 Disfrutalo con estilo

Cada pañuelo de seda natural Ática es una pieza única inspirada en el arte Art Nouveau.
Combinalo con looks clásicos, modernos o minimalistas: siempre aporta elegancia y luz a quien lo lleva.

✨ En resumen:
Lavar con suavidad, secar al natural, planchar suave a temperatura baja y guardar con amor.
Así tu pañuelo conservará el brillo y la textura que hacen de la seda algo eterno.

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